El asiento de cierre, como su nombre lo indica, se hace para saldar o cerrar las cuentas que quedan abiertas después de haber trasladado los asientos de pérdidas y ganancias al libro mayor.
El asiento de cierre se hace con los saldos de las cuentas que aparecen en la Balanza precia al balance general.
Cuando se hace el cierre contable al finalizar el periodo contable, se deben elaborar los respectivos asientos contables de cierre.
Estos asientos contables tienen como objetivo la cancelación de las cuentas de resultado contra la cuenta de pérdidas y ganancias [5905].
Al finalizar el año, y una vez se han realizado los ajustes pertinentes, se procede a cancelar cada una de las cunetas de ingresos, gastos y costos para determinar la utilidad del ejercicio, y esta cancelación se registra en los comprobantes de cierre.
Es al momento del cierre contable cuando las cuentas de ingresos se debitan y las cuentas de gastos y costos se acreditan contra la cuenta 5905, con el fin de cancelarlas, es decir, dejarlas en ceros.
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